Tres mujeres con pecheras que las identifican como empleadas municipales de La Matanza se las ingenian con una espátula de acero y agua con detergente para remover un afiche proselitista de Santiago Cúneo que cubre las paredes de una oficina de ARBA. “No está permitido pegar afiches en los edificios públicos, y mucho menos si son de la oposición”, dice una de ellas con una sonrisa pícara. Mientras siguen con el rasqueteo del muro a ritmo de machete, pasa una avioneta de vuelo rasante con la marcha peronista a todo volumen. Es similar a esos aviones que recorren en verano las playas de punta a punta con carteles publicitarios. Abajo, en tierra, no hay arena ni mar: está San Justo.San Justo es la localidad de cabecera de La Matanza, el municipio más poblado de la provincia de Buenos Aires y uno de los 19 distritos que integran la estratégica Tercera Sección Electoral, donde Cristina Kirchner quiso postularse como candidata a diputada provincial antes de que se confirmara el fallo por corrupción que le impide ocupar cargos públicos. La presencia de la expresidenta en la campaña rumbo al 7 de septiembre es casi nula.
Desde su prisión domiciliaria en el centro de la Ciudad de Buenos Aires, envió audios ocasionales a algún acto para impulsar a un candidato propio, como fue el caso de Mayra Mendoza, la intendenta de Quilmes. No mucho más que eso. Tal vez se divise alguna imagen con su rostro, como en la plaza de San Justo, donde una Cristina sonriente es la puerta de entrada a una carpa donde se consulta el padrón y se entregan boletas de Fuerza Patria. O quizás alguna pintada con su nombre, o con el eslogan “Cristina libre”, como en la avenida José Craviotto, en San Francisco Solano. “Se trata de una estrategia. En algunos lugares es mejor municipalizar la campaña y en otros, nacionalizar”, quitan dramatismo desde el kirchnerismo.
Con o sin Cristina, es territorio peronista. Los punteros se esfuerzan por demostrar que es hostil para quien no pertenezca al PJ mientras que los libertarios, con experiencia en penetrar silenciosamente por redes, representan hoy un desafío.
Las pintadas en los muros dan cuenta de los límites entre un municipio y otro. Son varios los intendentes de la Tercera que serán candidatos a concejales en sus distritos a modo testimonial: Jorge Ferraresi (Avellaneda), Fernando Espinoza (La Matanza), Juan José Mussi (Berazategui), Mario Secco (Ensenada), Andrés Watson (Florencio Varela) y Fabián Cagliardi (Berisso). También Verónica Magario, la vicegobernadora, será candidata testimonial a diputada provincial. Son todos del PJ. Cada uno de ellos, a través de barras y punteros, coloniza las paredes de los principales accesos y de los barrios más peligrosos, dejando su marca para reforzar que se trata de territorio propio. Las leyendas dicen por lo general el nombre de pila del jefe comunal [no el apellido, tal vez para intentar una mayor cercanía con el votante] y Fuerza Patria, en letras azules con bordes negros.
Desde su prisión domiciliaria en el centro de la Ciudad de Buenos Aires, envió audios ocasionales a algún acto para impulsar a un candidato propio, como fue el caso de Mayra Mendoza, la intendenta de Quilmes. No mucho más que eso. Tal vez se divise alguna imagen con su rostro, como en la plaza de San Justo, donde una Cristina sonriente es la puerta de entrada a una carpa donde se consulta el padrón y se entregan boletas de Fuerza Patria. O quizás alguna pintada con su nombre, o con el eslogan “Cristina libre”, como en la avenida José Craviotto, en San Francisco Solano. “Se trata de una estrategia. En algunos lugares es mejor municipalizar la campaña y en otros, nacionalizar”, quitan dramatismo desde el kirchnerismo. Con o sin Cristina, es territorio peronista. Los punteros se esfuerzan por demostrar que es hostil para quien no pertenezca al PJ mientras que los libertarios, con experiencia en penetrar silenciosamente por redes, representan hoy un desafío. Las pintadas en los muros dan cuenta de los límites entre un municipio y otro. Son varios los intendentes de la Tercera que serán candidatos a concejales en sus distritos a modo testimonial: Jorge Ferraresi (Avellaneda), Fernando Espinoza (La Matanza), Juan José Mussi (Berazategui), Mario Secco (Ensenada), Andrés Watson (Florencio Varela) y Fabián Cagliardi (Berisso). También Verónica Magario, la vicegobernadora, será candidata testimonial a diputada provincial. Son todos del PJ. Cada uno de ellos, a través de barras y punteros, coloniza las paredes de los principales accesos y de los barrios más peligrosos, dejando su marca para reforzar que se trata de territorio propio. Las leyendas dicen por lo general el nombre de pila del jefe comunal [no el apellido, tal vez para intentar una mayor cercanía con el votante] y Fuerza Patria, en letras azules con bordes negros.