Este
domingo se celebraron a lo largo de todo el continente europeo elecciones para
elegir los representantes de cada país de la Unión Europea para
el Parlamento Europeo, un órgano legislativo que ha acumulado un enorme
poder en los últimos años por sobre los parlamentos de cada país.
De
esta manera, los 27 países miembros eligen por sistema representativo a
los 720 europarlamentarios que formarán parte de los debates de los
próximos 5 años, acerca de cuestiones comerciales, regulatorias, sanitarias, y
hasta militares para toda la Unión Europea.
La jornada resultó en un masivo triunfo de la derecha
a lo largo de todo el Viejo Continente. El mayor batacazo lo dio el partido
de Marine Le Pen en Francia, pero también hubo victorias en Alemania,
Italia, Finlandia, Grecia, Austria, Croacia, Hungría, y Bulgaria.
Con estos resultados, los dos bloques de derecha en el
Parlamento Europeo quedarían con, aproximadamente, 74 diputados para el
grupo Reformistas y Conservadores (ECR) y 89 para el grupo Identidad
Democrática (ID), por lo que juntos forman un interbloque que supera a los
centristas de Renovación (Renew) y a los socialistas de S&D, justo por
debajo de los centroderechista del grupo de Partidos Populares (EPP).
En Francia, el partido de Le Pen, Agrupación
Nacional, actualmente encabezado por Jordan Bardella, se llevó más
del 35% de los votos, duplicando en sufragios al partido centrista del
presidente Emmanuel Macron y al Partido Socialista.
De esta manera, de los 81 eurodiputados que se
eligen en Francia, 36 se los lleva Le Pen y 5 se los lleva Éric Zemmour, cuyo
partido derechista también compitió en las elecciones y obtuvo aproximadamente
el 5% de los votos.
En Alemania ocurrió lo inesperado, y el partido de
derecha Alternativa (AfD), quedó en segundo lugar con el 16% de los
votos, completando el podio del histórico partido conservador cristiano CDU,
liderado por Angela Merkel, que se ubicó en primer lugar con el 30% de los
votos.
Entre los resultados más esperados estuvo el de Viktor
Orbán en Hungría. El partido Fidesz, que gobierna hace 15
años, ganó las elecciones cómodamente con el 44% de los votos, revalidando
su gobierno de derecha y consolidándose como uno de los partidos más
importantes del bloque conservador de la Unión Europea.
En Austria se dio otro de los resultados más
sorpresivos, ya que el derechista FPÖ se consolidó en el primer puesto con
el 27% de los votos, mientras que el centroderechista ÖVP se ubicó en
segundo lugar con el 23,5%; relegando a la izquierda al tercer y cuarto puesto.
En España la situación resultó un poco más compleja.
Si bien el derechista VOX quedó en tercer puesto con el 10,5% de los votos,
el centroderechista Partido Popular (PP), que hizo una campaña más
conservadora para ganarse el voto de VOX, quedó en primer puesto con el
34,5% de los votos.
El partido de Pedro Sánchez, el PSOE, quedó
en segundo lugar y no pudo llegar ni al 29% de los votos. Por su parte,
los izquierdistas Sumar y Podemos, sacaron 6,3% y 4,2% respectivamente.
Sorprendió el partido Se Acabó La Fiesta (SALF), del ex Ciudadanos Alvise
Pérez, quien con una plataforma libertaria y anticorrupción, cosechó casi
el 5% de los votos, todos votos que si no probablemente hubieran ido a VOX.
En Italia, el partido de la primera ministra Giorgia
Meloni consiguió una victoria histórica, entre 25 y 28% según la boca
de urna. Fratelli había sacado menos de 7 puntos en las elecciones de hace
cuatro años.
La derecha también obtuvo entre 8,5 y 10% para el
centroderechista Forza Italia, y entre 8 y 10% para el derechista Lega.
Por su parte, el socialismo no llega a los 25 puntos y el comunista
M5S no llega a los 15.